En verano, el calor nos recuerda que nuestro cuerpo necesita hidratarse constantemente cuando necesitamos refrescarnos, pero en invierno olvidamos lo importante que es mantenernos hidratados. Muchos son los factores que nos hacen perder la valiosa presencia de agua en nuestro cuerpo, por eso en Aguas Pirque S.A. queremos darte unos tips para la hidratación en esta temporada otoño/invierno.
Durante los meses invernales, el frío, la contaminación ambiental y las calefacciones hacen que nuestra piel y vías respiratorias se resequen, dejándonos expuestos a fuertes resfríos y virus. Mantener una adecuada hidratación ayuda a prevenir estas molestas afecciones y nos permite aliviar sus síntomas.
¿Cómo nos deshidratamos?
En temporadas frías podemos llegar a perder grandes cantidades de líquido, al igual que en temporadas de temperaturas más altas.
En climas fríos, las pérdidas de líquidos corporales pueden ser tan grandes como en los climas cálidos debido al elevado gasto energético, al uso de ropa pesada, en ocasiones no transpirable, y al aumento de las pérdidas en orina.
Cuidado con los aires acondicionado y los resfriados
El uso de la calefacción y del aire acondicionado, hace que se reseque el ambiente, lo que ocasiona sequedad en la piel, labios y ojos. Además, al ser la humedad ambiente baja, se tiende a perder más agua al respirar. Cuando tienes fiebre, los líquidos te ayudan a regular la temperatura corporal.
¿Cómo nos hidratamos?
- Recuerda beber al menos 6 vasos de agua al día, independiente del agua en las comidas, esto permitirá controlar cuánta agua estás ingiriendo diariamente.
- Aumenta el consumo de bebidas calientes, esto te permitirá mantener una mejor temperatura en el cuerpo y al mismo tiempo estarás aumentando la cantidad de líquido.
- Disminuye las cantidades de sal en sopas, cremas y caldos. En general es mejor siempre disminuir las cantidades de sal en las comidas ya que la sal hace que perdamos parte del agua de nuestros alimentos.
- Aumenta la humedad de las habitaciones u espacios de la casa. Los calefactores, estufas y aires acondicionados muchas veces hacen que los ambientes pierdan el vapor de agua que existe en ellos. Es recomendable abrir de tanto en tanto, vaporizar con agua caliente o utilizar vaporizadores para conservar las habitaciones con un nivel de humedad óptima.